Por primera vez, Estados Unidos acusa directamente a China y Rusia de espionaje.
Diario Ti: El servicio estadounidense de contraespionaje, Office of the National Counterintelligence Executive (ONCIX), publicó el 3 de noviembre un informe al Congreso, titulado "Espías extranjeros roban secretos económicos de Estados Unidos en el Ciberespacio" (documento PDF), donde acusa directamente a China y Rusia de espionaje cibernético.
En el prólogo del informe se indica "Los actores chinos son los más activos y meticulosos para realizar espionaje industrial. Los servicios rusos de inteligencia realizan una serie de actividades para recabar información económica y tecnológica desde objetivos estadounidenses. Creemos que los gobiernos de China y Rusia continuarán sus actividades como recolectores agresivos y competentes de información económica reservada y tecnologías, especialmente en el ciberespacio.
En la presentación del informe, Robert Bryant, director de ONCIX, declaró que "China y Rusia atacan nuestra investigación y desarrollo mediante sus servicios de inteligencia y sus grandes empresas. Es una amenaza nacional y estratégica de largo plazo contra Estados Unidos. Es una batalla que no podemos perder. Nuestras actividades de investigación y desarrollo tienen un valor de 400 mil millones de dólares al año. Cuando esta información es robada, lo cierto es que se socava parte de la capacidad de nuestro país de sobrevivir económicamente".
En el informe se advierte contra "determinados aliados y socios de EEUU", que aprovechan su amplia gama de contactos con instituciones estadounidenses para obtener información reservada sobre economía y tecnología. "Algunos de estos estados tienen una gran capacidad cibernética", se escribe en el informe, sin proporcionar mayores detalles. Según fuentes anónimas consultadas por The Wall Street Journal, se trataría de países como Francia e Israel.
Los ataques dirigidos a los sectores público y privado estadounidense serían ejecutados mediante una serie de servidores proxy.
El informe agrega que la tendencia actual, con un acceso cada vez mayor a la información desde plataformas móviles, proporciona nuevas posibilidades y recursos a los espías. Se produce a la vez un cambio cultural, donde se asigna cada vez mayor importancia al acceso a la información, y menos relevancia a la protección de la privacidad y la seguridad de los datos.
El informe advierte además que activistas políticos y sociales podrían recurrir al espionaje industrial contra empresas e instituciones estadounidenses. En tal contexto se destacan las actividades de Wikileaks.
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