Hasta hace pocos días, Megaupload figuraba entre los sitios web más visitados del mundo. Ahora está clausurado y los usuarios podrían perder, esta semana, acceso a sus archivos.
Diario Ti: El cierre de Megaupload lleva a empresas y particulares a preguntarse si es posible confiar en que los archivos almacenados en servicios en la nube no desaparecerán algún día, como resultado de actos de terceros.
Lavado de dinero e intercambio
El requerimiento del FBI contra Megaupload se diferencia de otros casos de intercambio de archivos, donde se ha procedido mediante causas civiles. La causa contra Megaupload tiene carácter penal, debido a que el FBI asegura tener pruebas de que los responsables también se han dedicado al lavado de dinero, conspirando además para perpetrar delitos.
El hecho es que, hasta ahora, ningún tribunal ha sentenciado a los responsables de Megaupload de cometer ilícito alguno. Aún así, las cuentas de los usuarios serán borradas sin hacer distinción alguna entre los 150 millones de usuarios y el material que han almacenado en el servicio. En un procedimiento sin precedentes, se borra indistintamente material pirateado y archivos legítimos almacenados por sus propietarios.
La desaparición de Megaupload quizás llevará a algunos usuarios a trasladar sus datos a servicios como RapidShare y MediaFire. Ambas empresas han intentado reposicionarse como servicios legales, a pesar de haber estado anteriormente en conflicto con titulares de derechos de autor.
En diversos foros se concluye que servicios como DropBox y Amazon S3 también podrían verse en algún momento en la situación de Megaupload.
Lo cierto es que Dropbox difícilmente podría motivar acciones similares a instancias de la industria del entretenimiento. En efecto, aunque el servicio permite un cierto intercambio de material pirateado, no hace posible realizar búsquedas de material específico. Los usuarios se limitan a poner algunos archivos a disposición de un grupo reducido de conocidos.
Según la publicación Techcrunch, lo mejor que pueden hacer los servicios de intercambio es "no caer en el radar de las autoridades estadounidenses o de la industria estadounidense del entretenimiento". Megaupload, con su excéntrico director Kim "dotcom" Schultz, quizás llamó la atención más de la cuenta.
Junto con llamar la atención, Megaupload no se distanció claramente del intercambio ilegal de archivos, al ignorar las solicitudes de eliminar material pirateado, que constantemente le enviaban los titulares de los derechos.
Por su parte, Ars Technica cita a voceros gubernamentales estadounidenses, según quienes Megaupload se puso a sí misma en la situación actual, al mostrar "propósitos decididamente delictivos", como por ejemplo pagando a usuarios por subir material audiovisual aún no estrenado.
Megaupload parece entonces haber pasado a la historia. Hace una semana, era uno de los 20 sitios web más visitados del mundo.
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